jueves, 21 de junio de 2007

En espera de Respuesta

Estoy pendiente de un mail. Lo envié ayer al mediodía. Era un mail importante. Un mail con una cuestión que necesariamente necesita una respuesta para completarlo y darle sentido.

Una respuesta que puede tardar horas o días.

A veces me pregunto cual es la mejor forma de comunicarse. El método directo o el indirecto. El pensamiento más o menos espontáneo, la presión, la respuesta inmediata, las sensaciones a través de la voz, la angustia, el miedo a los silencios. O bien lo pensado, la tranquilidad del escribir, el leer y releer, el interpretar y reinterpretar y re-reinterpretar, los mensajes subliminales, el intentar decir sin que se note demasiado, la permanencia de lo escrito...

Antes había que tener cajones. A veces había que sortear algún interlocutor antes de llegar al objetivo. Había que llamar y dejar un mensaje. Poca privacidad.

Ahora es más fácil. Hay moviles, hay sms, hay emails, hay messengers. Comunicación punto a punto. No hay interlocutores, no hay que disimular, no hay que pasar vergüenza, no hay preguntas, no hay intromisión en tu vida privada.

Sigamos. Cuando me levanté esta mañana noté una tensión en mi estomago, no querría pensar en la respuesta al mail, pero mi cuerpo sí lo hacía. He notado durante todo el día esa tensión, y en parte me ha gustado sufrirla. Iba in crescendo, en espera del gran momento. El placer sería mayor cuanto más aguantara.

Y ahora ha llegado el momento de introducir nombre de usuario y contraseña... Pasan los segundos de espera hasta que veo los correos que han llegado...

Entonces veo el título del mensaje que le envié, precedido por un RE:

Abro todos los emails del día. Y dejo ese para el final. Me gusta sufrir. Powerpoints, chistes malos, advertencias, maldiciones, fotos guarras, de todo un poco...

Llegó el momento.

Estoy a un click del exito o el fracaso...

No hay comentarios: